September 26, 2025
Con la rápida entrada de los drones en la vida diaria, los vuelos no autorizados están creando nuevos riesgos. Desde aeropuertos y centrales eléctricas hasta complejos gubernamentales y eventos a gran escala, asegurar el espacio aéreo se ha vuelto esencial. Aquí hay cinco tecnologías antidrones convencionales, cada una adecuada para diferentes entornos.
Al interrumpir los enlaces de control o las señales GPS, los inhibidores de RF obligan a los drones a flotar, regresar o aterrizar. Asequibles y fáciles de usar, son ideales para estadios y sitios industriales, aunque menos efectivos contra drones avanzados.
La suplantación engaña a los drones con señales de navegación falsas, guiándolos a una zona segura para su recuperación. Útil en instalaciones sensibles, pero requiere una operación experta y es vulnerable a los drones con navegación de respaldo.
Los láseres de alta potencia desactivan los drones a distancias de hasta 10 km, lo que los hace valiosos para la defensa fronteriza. Instantáneos y precisos, pero costosos y dependientes del clima.
Los sistemas de microondas cubren áreas amplias, interrumpiendo múltiples drones a la vez. Lo mejor para prisiones o plantas de energía, aunque requieren despliegue fijo y estrictos controles de seguridad.
Simple y efectivo, los sistemas basados en redes atrapan físicamente a los drones. Adecuado para eventos concurridos, pero limitado en alcance y capacidad.
Ningún método único puede abordar todas las amenazas. Los aeropuertos, por ejemplo, pueden combinar la detección por radar, la inhibición de RF, los láseres y las redes en una estrategia en capas. En esta cadena, las herramientas de detección avanzadas como el detector de UAV Hobit S1 Pro de 10 km de AeroSeek proporcionan el primer paso crucial: alerta temprana e identificación precisa, lo que garantiza que otras contramedidas puedan responder a tiempo.